Este es el último post antes de irme de vacaciones, las próximas semanas estaré descansando, descubriendo paisajes, jugando y leyendo.
Últimamente he leído bastante y hoy quiero hablaros de un libro que me ha hecho reflexionar y me ha gustado mucho, se trata de «Enseñar a transgredir» de bell hooks, se trata de una autora de la que ya os hablé en una entrada sobre libros feministas (De qué estamos hablando), ya que para mi es una imprescindible. En este libro hooks reflexiona sobre la educación en la universidad, y me parece muy necesario abordar nuestro papel de educadoras también en los espacios de personas adultas, ya que no se le suele prestar atención.
hooks habla del placer en el aula y dice que «la emoción podía coexistir con el compromiso intelectual o académico serio e incluso estimularlo», afirma que «el placer en el aula da miedo». Justo hoy leí el enésimo articulo donde contraponía algunas metodologías con el rigor y el pensamiento crítico. En mi caso no entro en los debates twitteros de bandos de «los tradicionales» frente a «los modernos» (el masculino no es casual) y creo que el aula debe estar marcada por el rigor y la emoción y que la responsabilidad docente tienen que ver con despertar la pasión y la capacidad crítica en el alumnado (hooks afirma que el pensamiento crítico es el principal ingrediente que abre la posibilidad del cambio y que»sin la capacidad de pensar de manera crítica sobre nosotras mismas y sobre nuestras vidas nadie podía avanzar, cambiar, crecer»).
Plantea la necesidad de que» se reconozca la presencia de todas y cada una de las personas que están en el aula» y aborda temas que tienen que ver con que nos pasa con el deseo y que situaciones nos resultan «más cómodas» como profesoras y alumnas, dice «dejar de necesitar una afirmación inmediata fue decisivo para mi crecimiento como profesora». Toca reflexionar: ¿qué cosas hacemos porque sabemos que gustan y harán que recibamos feedback positivo? ¿qué situaciones incomodas evitamos? ¿cómo reconocer y dar valor (de verdad) a todas las voces? ….Sigo trabajando en ello.
Habla sobre racismo, clase y feminismo y como abordar esos temas (de verdad) en el aula, el libro es de 1994 y suena (desgraciadamente) vigente en lo que plantea, la necesidad de una «verdadera revolución de los valores» es decir de incorporar estos temas cuestionando el sistema que los perpetúa y no a modo de «discurso». hooks recuerda que «la educación NO es políticamente neutral» y afirma que su «apuesta por la pedagogía comprometida es una expresión política» y critica a «los investigadores blancos que apoyan la pedagogía crítica, pero no alteran sus prácticas dentro del aula, que hacen valer los privilegios de raza, clase y género sin interrogar su conducta». Es más cómodo teorizar sobre el tema que plantearnos de verdad que esta pasando con esos ejes en el aula , en la institución de la que formamos parte, en nosotras.
Sobre el movimiento feminista habla de cómo la teoría y la práctica han de ir de la mano, recuerda como «en los primeros tiempos el movimiento feminista no era un lugar que acogiera bien la lucha radical de las mujeres negras por teorizar nuestra subjetividad» y habla sobre como la academia es un lugar al que acceden un reducido tipo de mujeres y que no podemos reducir el feminismo ni la teoría feminista esos espacios porque nos alejamos de la experiencia de muchas mujeres. Por tanto considera esencial crear un «diálogo abierto y crítico entre nosotras, donde podamos debatir y discutir sin miedo al derrumbe emocional, donde podamos escucharnos y conocernos unas a otras en la diferencia y en las complejidades de nuestra experiencia» (no parece que estemos en ello ahora mismo…)
Cita a Adrienne Rich cuando dice «este es el lenguaje del opresor y sin embargo lo necesito para hablarte», sobre la relación entre género, clase y lenguaje trata otro libro que me he leído estos días, os comparto un hilo sobre algunos aspectos que me han llamado la atención y mis reflexiones
Hago mías tres de sus reflexiones finales:
- «El aula suele ser el lugar donde más disfruto, donde más me acerco al éxtasis», no es el único, aunque sí uno de los que más feliz me hace. ‘Que ganas de recuperar la presencialidad!
- «He buscado maestros y maestras en todas las áreas de mi vida que me desafiaran más allá de lo que yo podía escoger para mi misma y que, dentro y a través de ese desafío, me permitieran un espacio de apertura radical donde fuera de verdad libre de elegir, capaz de aprender y de crecer sin limites». Gracias a las y los que me habéis hecho crecer.
- «El aprendizaje es un lugar donde se puede crear un paraíso. El aula , con todas sus limitaciones, sigue siendo un escenario de posibilidades». Está en nuestras manos que el aula sea un espacio seguro de transformación real o una herramienta para perpetuar el sistema, eduquemos en y para la libertad (la de verdad, no la versión perversa que nos quieren colar…)