En esta serie de posts os estoy contando cómo trabajé habilidades en la Universidad mediante ABJ. Hasta ahora os he contado como jugábamos en el aula…Y en estas llegó el COVID a nuestras vidas y el (primer) confinamiento.
Y me enfrentaba a un nuevo reto: ¿cómo trasladar la metodología ABJ a la modalidad online / distancia? se trataba de un taller pensado àra la presencialidad en el que la interacción entre las personas era clave.
Os cuento ahora tres de las sesiones que planteé y que funcionaron muy bien.
Una de las primeras actividades que realicé fue un escape-room virtual, para ello combiné un actividad que ya estaba creada (Estelar) y adapté la metodología de clase.

El punto de partida era el juego (en grupos de 6 personas), la reflexión era individual y grupal (las plantillas de reflexión eran un cuestionario de Google) y la contextualización se la transmití a posteriori en base a sus reflexiones.

La siguiente actividad que les propuse fue reflexionar sobre cómo estaban viviendo el confinamiento jugando a Ikonikus, la actividad partía de adivinar mi propia situación y a partir de ahí tenían que jugar con las personas que tuviesen en su casa.
Entre las reflexiones a dicha actividad destacaban en positivo el hecho de haber jugado con personas de su entorno y cómo habían podido hablar de sus emociones, ¡el poder del juego en acción!

La última actividad del taller fue el colofón a meses de aprendizaje a través del juego, ya que tenían la responsabilidad de crear un juego para poder trabajar alguna habilidad y luego jugar a uno de los otros equipos y dar feedback. El resultado fue alucinante.
El taller llegó a su fin, y toca compartir las conclusiones…eso será la semana que viene ¿estaréis aquí?